Uno de los pilares del plan es la entrega de ayuda humanitaria a migrantes y hoy son 180 familias las que se han visto beneficiadas a través de canastas de alimentos y subsidios de arriendos para evitar sus desalojos.
Sumado a la escasez de recursos, el desempleo también ha sido un factor que ha afectado a la población migrante. Ese fue el caso de Miluska Zambrano, quien ha tenido que lidiar con las presiones de no tener una fuente de trabajo y mantener a su familia: “Desde que comenzó la pandemia quedé cesante y realmente fue muy duro dado que vivo sola con mi hija. Gracias al apoyo económico de la fundación he podido estar más tranquila estos meses, y por lo menos no nos falta comida y hemos podido pagar el arriendo. Hoy en día estoy esperando que mejore la situación para poder buscar trabajo y seguir luchando por un mejor futuro para mi hija”.
Otro pilar de este plan integral es la atención sociojurídica, a través de la aplicación móvil MigrApp, que tuvo un balance muy positivo y cerró el pasado mes de julio con 1.500 personas atendidas.
«Estamos convencidos de que mientras más solidaridad haya entre todos quienes vivimos en nuestro lindo y largo país, seremos una mejor sociedad. Por eso estamos orgullosos de aportar a la tremenda labor que hace el Servicio Jesuita a Migrantes apoyando a aquellas familias de migrantes residentes en Chile que, sin duda, son un aporte», comentó Alvaro Ipinza, gerente general de Fundación Luksic.
Desde el SJM explican que a pesar de estos tiempos difíciles, son muchos los migrantes que quieren quedarse en nuestro país: “Hemos colaborado para que las familias migrantes que quieran volver a su país puedan hacerlo, pero son muchas más las que quieren quedarse pues han construido su historia acá, y como todos los demás, están resistiendo de diversas formas con mucha resiliencia. El trabajar en conjunto por el bienestar de todos, sin hacer distinciones, serán las bases sólidas que necesitamos para seguir construyendo un Chile de paz y bienestar a largo plazo”, afirma Michelle Víquez, directora social de la entidad.
Aún queda mucho trabajo por realizar y en esa línea Fundación Luksic se une a la misión del SJM de promover y proteger la dignidad y los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas, especialmente de las familias más excluidas, para poder darles una mano en estos tiempos de crisis.