Esforzada alumna de San Joaquín ganó Beca Luksic Más Mujeres en STEM

13 •  mayo •  2024

El diario Las Últimas Noticias destacó la historia de Maricel Gatica, madre, karateca y una de las beneficiadas entre más de 2.000 postulantes del apoyo que entrega Fundación Luksic para mujeres de carreras técnicas STEM.

Cuando Maricel Gatica Molina se matriculó en la carrera de Analista Programador, en el IP Santo Tomás sede San Joaquín, la acompañó su hija mayor, de 16 años. ‘Ella me dijo ‘mamá, pon la firma y estudia lo que quieras’. Me sacó fotos, me grabó, nos pegamos una llorada y después fuimos a celebrar con un café. Para mi fue algo importante’, recuerda la mujer de 48 años. ‘Toda la vida me han gustado los computadores, independiente si es para armarlos, desarmarlos o programar. En la media estudié programación, pero era algo muy básico; después, por distintos motivos, no pude seguir estudiando’, explica. Recién cuando obtuvo la gratuidad pudo pensar en cumplir su sueño.

Su plan ahora es obtener el título técnico y después la ingeniería. ‘Me cuesta, pero lo voy a lograr’, afirma. Las clases las combina con su trabajo en la Corporación de Deportes de San Joaquín, donde es monitora, y también con su escuela de karate, llamada Chil Sung Kwan Chile, donde enseña a unos 30 alumnos. ‘Toda mi vida he practicado artes marciales, mi papá y mi tío entrenaban’. Su día es bastante ajetreado. ‘Tengo que hacerme tiempo, porque el karate me da una entrada económica. En la mañana voy a clases, en la tarde hago todo el tema laboral y me quedo estudiando entre las diez y media y doce de la noche. Después a dormir, para levantarnos a las seis y media’, detalla.

‘Me gustaría tener mucho más tiempo para estudiar, pero cuando eres mamá y tienes que trabajar eso falta; tienes que estar pendiente de ellos, de sus tareas, del almuerzo, de ir trabajar y de cumplir por todos lados’, reconoce Maricel, quien vive con sus dos hijos (el menor tiene 12 años). ‘Pero eso no me va a bajar las ganas de llegar a mi meta’, asegura. Un aporte para lograrlo es la beca Más Mujeres en STEM de Fundación Luksic, que Maricel acaba de obtener. El beneficio consiste en $150.000 mensuales que le llegan para libre disposición, mientras dure su carrera. ‘Me cayó del cielo’, admite. ‘Siempre el tema económico para una familia es importante, y lo vamos a ocupar para cosas esenciales, como mi colación o la de los niños, y una que otra cosa que puede faltar en la casa’, señala.

Perfil de las ganadoras

La beca se entregó por primera vez a 100 alumnas destacadas en carreras técnicas de nivel superior pertenecientes al área STEM (acrónimo en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática), que fueron elegidas por notas y antecedentes socioeconómicos. Postularon más de 2.000 estudiantes de Inacap, Santo Tomás, Duoc UC y AIEP. ‘Creemos firmemente en que tenemos que apoyar la formación de las personas, para impulsar sus trayectorias, y con esta beca podemos aportar’, comenta Nancy Pizarro, directora de Educación de Fundación Luksic. ‘Además, las carreras STEM son las que van a tener mejores salarios en el futuro, y también buena empleabilidad’, destaca.

Las regiones con mayor cantidad de ganadoras fueron la Metropolitana (25%), Valparaíso (14%), Biobío (9%) y Coquimbo (9%). El rango de edad va de 18 a 59 años, y la mayoría tiene entre 20 y 22 años. Un dato interesante es que 41% de las ganadoras son madres, 67% declara ser la principal sostenedora del hogar y 68% trabaja y estudia. La beca consiste en la ayuda monetaria de libre disposición, que se entrega mensualmente de marzo a diciembre cada año, hasta que culminen su carrera. ‘Hemos tenido una muy buena experiencia hasta ahora, y creemos que va a seguir la postulación para el siguiente año’, adelanta la directora.

Mecánica y estilista

Melany Peña (22) es otras de las becadas. Estudia Mecánica Automotriz y Autotrónica en Duoc UC sede Valparaíso, y además trabaja en un ámbito completamente alejado de los fierros y tuercas: tiene un puesto en un salón de belleza, donde hace pestañas y uñas.

‘Es algo súper distinto, en el salón de belleza no me ven arreglando autos’, confiesa riendo. Desde niña quería ser mecánica. ‘No estudié antes porque me decían que la carrera era de hombres, tenía ese complejo’, señala. Hoy es una de las cuatro mujeres de su curso y está entusiasmada con los ramos. ‘Ahora mismo cambié el motor de mi auto y lo estoy armando’, indica.

¿Planes para el futuro? ‘Tener mi propio taller y trabajar en el área de autotrónica, la parte electrónica de los vehículos, en eso quiero especializarme’, proyecta. La beca le ha servido especialmente para transporte. ‘Estudio en Valparaíso pero vengo de camino a Laguna Verde y la locomoción para allá no es muy buena. Prácticamente trabajaba solo para pagarme la movilización’, concluye.